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Diferencia en el aspecto del brote de los olivos aún sin tratar, y ya tratados, en la misma finca.

Esta imagen pertenece a un olivo que ya se ha tratado hace dos semanas. Se puede observar la mancha de cobre en la hoja. El olivo presenta un color intenso verde oscuro, crecimiento vegetativo al mismo tiempo que se desarrollan las inflorescencias, y un gran desarrollo de las inflorescencias. Como todos sabemos, a mayor longitud de las inflorescencias, mayor número de flores fértiles y por lo tanto mayor capacidad de cuajado y de cosecha.

El tratamiento foliar de primavera, diseñado expresamente para la finca, ha llevado fungicida sistémico curativo, cobre sólo a mitad de la dosis media recomendada, aminoácidos y un cóctel de nutrientes con N, P, Mg, S, B, Zn. Los nutrientes se aportan como abonos simples: urea, fosfato monoamónico, sulfato de magnesio, azufre polvo mojable, ácido bórico y sulfato de zinc.

La finca se visita dos veces al año. En verano se hace análisis foliar de algunas de las parcelas, y junto al nivel de carga y tipo de suelo, se diseñan los tratamientos y abonados para todo el año. En invierno la visita se centra sobre todo en la poda.

Cuando en una finca el volumen de copa por hectárea, la poda y el manejo de suelo, son correctos, existe una gran respuesta a la nutrición.